El polaco volador que comenzó en Fórmula 1 en 2006 con una descalificación... ¡Pisando fuerte! accidente en 2007, y primera victoria en 2008 en el mismo circuito (Gilles Villeneuve). Es único. 2009 fue el año catastrófico, el suyo y el de BMW Sauber. Al año siguiente fichaba por Renault y a su lado estaba Vitaly Petrov, eran una gran pareja, el primer polaco y el primer ruso en este gran deporte.
Es grande, un auténtico gladiador, el hombre que todo lo puede. Esta etiqueta se la ganó en Canadá en 2007, cuando chocó contra el muro al quedarse su alerón delantero encajado bajo el coche de delante. Iba a 230 kilómetros por hora cuando perdió el control del monoplaza y en nuestras pantallas se veía una nube de trozos de fibra de carbono, se paraba el tiempo y comenzaban los rezos. He de reconocer que ese momento me llenó de pena, siempre he apoyado a Robert, me encanta su forma de conducir y su carácter dentro y fuera de la pista. El aparatoso accidente fue finalmente un esguince en el tobillo y nuestro polaco se ponía manos al volante en un tiempo récord.
Pero su afición se llevó otro revés el 6 de febrero de 2011, en la disputa del rally Ronde di Andora chocaba contra las protecciones del trazado, comenzaba una segunda pesadilla, pero esta era mucho más larga, hubo momentos de verdadera incertidumbre y le costó la temporada. La verdad es que apoyar a este piloto da muchos altibajos morales, ¡se sufre mucho!, pero da igual, yo no dejo de defender que volverá, y será dándolo todo, porque confío en que puede hacerlo. Pero cada vez hay más opiniones en contra... saber si estará listo en 2013 es una incógnita, y lo peor es esa incertidumbre de su conducción...¿cómo será? ¿volverá a ser el hombre que todo lo puede?. De momento y hasta entonces os dejo con la mejor imagen de su carrera en la Fórmula 1, mi mejor recuerdo de Robert, desde aquí sólo puedo decir: ¡Ánimo, campeón!.
